El cuidado refinado de cada detalle, las sabanas de suave algodón decoradas con bordados elaborados por las pacientes manos nobles de damas, los tenues colores pasteles de las cortinas, el calor de la madera y de la cerámica, los frescos: en la Magione Giriodi todo contribuye a lograr que el huésped se sienta único. El encanto discreto de una experiencia fuera del tiempo se une al bienestar de una estancia relajante, dedicada a nosotros mismos, en un viaje hacia ritmos mas cercanos a la respiración del corazón y de los sentidos.
La llama de la vela o de la lámpara de petróleo refleja lánguida, iluminando las camas con baldaquín, listos a acogerte en una noche de dulces sueños.

Y después, al desperar, el placer de sentarse en una mesa preparada con los mejores productos artesanales de excelencia: ojos y manos ávidamente se extienden a escoger entre una gama prácticamente infinita de dulces genuinos preparados con la fruta local, verdadero caleidoscopio de colores y sabores, entre perfumes de café y aromas de pan tostado.

Días de Relax

Flores frescas y cestas de fruta de temporada. Esta es la bienvenida que te espera la mañana de los íntimos y acogedores espacios del desayuno. Un murmullo, te volteas, y sobre la mesa aparecen como por arte de magia bandejas con mermeladas en hermosas tazas de cerámica. Otro murmullo y alguien ha traído a la mesa tajadas de pan todavía calientes. Otro murmullo y aparecen jarros de leche fresca. Te has despertado entre suaves mantas de las habitaciones del setecientos, en una magnifica cama con dosel que te ha hecho sentir rey por una noche, desde los vitrales se ve el esplendido viñedo interno del jardín. Te das cuenta que hay algo que falta, descubres con solievo que se trata de lo ruidos. Y piensas que los deseos se pueden cumplir. En la Magione Giriodi el tiempo no se ha detenido para siempre, ha solo decidido darte un pasaje, llevándote a vivir una experiencia arcadia única.